Valldemossa es un pueblo ubicado en la Sierra de Tramuntana y que ha sido declarado como uno de los más bonitos de la isla de Mallorca gracias a su encanto medieval, su historia y el entorno natural en el que se encuentra.
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ToggleLa localidad es conocida por su conexión con el famoso compositor Frédéric Chopin y la escritora George Sand. Sigue leyendo si quieres saber qué ver en Valldemossa y cómo planificar una ruta.
Historia de Valldemossa
Valldemossa tiene una gran riqueza histórica y cultural. La creación del pueblo se remonta a la época romana, aunque su verdadero auge llegó durante la ocupación árabe de Mallorca en el siglo X. Durante siglos, el pueblo ha sido un refugio para artistas, escritores y músicos de todo el mundo, atrayendo a personas influyentes como el compositor Frédéric Chopin y el escritor George Sand en el siglo XIX.
En 1838, Chopin y Sand pasaron el invierno en la localidad, alojándose en la Cartuja de Valldemossa, un antiguo monasterio del siglo XIV que se ha conservado hasta la actualidad. Su estancia aquí inspiró algunas de las obras más famosas del compositor polaco. La Cartuja es hoy en día un museo que permite a los visitantes sumergirse en la historia y el legado cultural del pueblo.
Qué ver y hacer en Valldemossa
Valldemossa se caracteriza por sus calles empedradas estrechas y el encanto de sus casas, te encontrarás con casas de piedra decoradas con flores coloridas en los meses cálidos. La visita puede empezar en la plaza de la Cartuja, donde podrás admirar la fachada del monasterio.
Es recomendable entrar en la Cartuja de Valldemossa para explorar sus antiguas celdas monásticas, su iglesia y su museo. El espacio también tiene una colección de arte y objetos relacionados con la historia del monasterio y algunos de los huéspedes más famosos que han pasado por él.
La entrada general de la Cartuja de Valldemossa cuesta 12 euros, pero los estudiantes la pueden adquirir por 8 euros. La torre no se incluye en la entrada básica, así que tendrás que añadir 2,5 euros.
Para los amantes de la naturaleza, los alrededores de Valldemossa ofrecen rutas de senderismo que transcurren a través de bosques de olivos y almendros. El pueblo tiene unas vistas panorámicas de la sierra y el mar, así que puedes pasear por la Sierra de Tramuntana en busca de uno de los cientos de lugares donde descansar y disfrutar de la naturaleza.
No puedes irte de Valdemossa sin acercarte a alguno de los miradores que se ubican en el pueblo y los alrededores, desde algunos podrás ver el Mediterráneo y desde otros la otra cara del pueblo hacia la Sierra de Tramuntana:
- Mirador de Sa Foradada: permite tener unas vistas del pueblo y el mar Mediterráneo.
- Mirador de Miranda: las vistas dan hacia la sierra de Tramuntana y los campos de olivos.
- Mirador de Valldemossa: se ubica en el centro del pueblo, así que es el más accesible para niños y personas mayores. El mirador ofrece una vista de las calles empedradas y los tejados de piedra.
Duración recomendada y excursiones de día a Valldemossa
Valldemossa es un pueblo relativamente pequeño que se puede visitar en apenas unas horas, pero el verdadero atractivo de esta localidad es el lugar en el que se encuentra. Para disfrutar del ambiente de Valldemossa, se recomienda dedicar al menos medio día a explorar el pueblo y visitar la Cartuja.
Si tienes más tiempo, puedes realizar rutas de senderismo (adaptadas a todas las personas) o disfrutar de la oferta de actividades de la zona: paseo en caballo, lugares para hacer picnic en la naturaleza, alquilar un paseo por la costa en catamarán, kayak, paddle surf o rutas gastronómicas.
Si estás interesado en explorar otras zonas de la Sierra de Tramuntana, Valldemossa es un excelente punto de partida para excursiones de día a otros pueblos cercanos como Deià, conocido por sus impresionantes acantilados y sus vistas al mar. Sóller también es una buena opción si quieres aprovechar el día. El pueblo es famoso por su histórico tren de madera y sus naranjos en flor, también podrás coger un barco hasta Port de Sóller y caminar por el paseo marítimo.
La isla tiene una buena red de transporte público y es fácil moverse entre los pueblos más turísticos, pero la mejor opción para aprovechar el viaje es alquilar un coche para tener mayor flexibilidad y llegar a calas a las que no podrás acceder de otra forma.